Una hoja blanca en Word - Gaby Arias

@gariasmassa

Con el dolor de mi alma me toca escribir esta vez, y una vez más, después de una nueva derrota de Racing. Pero no de esas derrotas en las cuales se dice, bueno, jugaron mejor, tuvieron un poco de suerte y nos ganaron. No, el lunes se perdió porque Racing hizo todo para perder, desde el arquero hasta el 9. Esta vez no se salvó ninguno y los que sufrimos, como siempre, somos nosotros. Porque si Racing baja, ellos se van a otro club y nosotros nos vamos a quedar destrozados y con una mancha más en la historia de la Academia. Como la semana pasada, jugar contra un equipo campeón es un enigma, o sea, uno sabe que son mejores, que tienen más capacidades y que más encima jugaban de local, pero siempre tenemos la esperanza de que podemos hacer un papel decente, ya no pido un buen papel, solo uno decente. Pero estos jugadores no tienen ni decencia, ni amor propio y mucho menos vergüenza deportiva. El partido tuvo un desarrollo raro, ya que tras dos llegadas le Vélez y ninguna de Racing llega el

Fue un Lunes muy raro para Racing, no sólo por el día y la hora del partido sino también porque no se sabía como iba a salir el partido. Enfrentarse al Campeón de América te puede asegurar una goleada en contra o dependiendo del día un aburrido 0-0 (este pensé que iba a ser el resultado). La Academia estrenaba un 3-4-3 que fue trabajado toda la semana y que no fue una sorpresa debido a que ya conocemos que es el sistema preferido por Vivas. La formación titular se sabía desde la semana pasada: De Olivera; Mercado, Aveldaño y Cahais; Lluy, Wagner, Yacob y Lucero; Lugüercio, Caballero y Castromán. Sin embargo, un cambio de última hora hizo aparecer a Sánchez Sotelo en el lugar de Caballero. A priori, la línea de tres generaba mucho nerviosismo entre los hinchas, sin embargo, el buen trabajo de los defensores dejó muy conformes tanto al técnico como a la gente. El equipo salió a presionar en campo rival y a generar errores en la línea de fondo defensiva de Estudiantes y así fue como lleg

Esperanzados por los cuatro goles que convirtió la Academia ante Atlético Tucumán, se tenía la ilusión de que el partido del pasado fin de semana haya sido el primer paso de la recuperación del equipo, pero tan sólo fue un oasis en medio del desierto futbolístico de este grupo de jugadores que cada fin de semana se presenta en una cancha porque tiene que hacerlo, porque el fixture lo indica, desganado y sin ideas. El debut de Vivas en el banco de Racing quedará para el olvido, se presentaba en Mendoza ante Godoy Cruz, sabiendo que si ganaba se pasaba a los locales en el promedio y se salía de promoción. El ex ayudante de Marcelo Bielsa repetía a los mismos 11 del último partido, el mismo 4-3-1-2 que había dado sus resultados una semana antes y que esta vez dio tantas ventajas como en los peores partidos de Racing en este Apertura. Desastroso atrás, sin fútbol en el medio y sin gol arriba, quizás lo único destacable es el arco defendido por De Olivera, ya que si no fuera por él, el PT t

Sisi, tal como lo leen, después de 11 fechas, con salida de técnico incluida y con el interino Barbas en el banco, la Academia se acordó de lo que es ganar. Luego de una dura caída el Martes de visitante ante Newell’s por 1-0, una semana difícil debido a que Matthäus no se quiso subir al avión pidiendo avales económicos que en nuestro fútbol no existen y con la negativa de Markarian para hacerse cargo de este alicaído Racing, se volvió a un triunfo, todo diluvio tiene su razón. Ante la imparable lluvia se presentaban en el Cilindro de Avellaneda, un equipo que todavía no había ganado frente a Atlético Tucumán, equipo que todavía no puede salir de la posición de descenso directo y que con muchos cambios debido a bajos rendimientos llegaba con la ilusión de hundir más a los de Barbas. Racing presentaba dos cambios con respecto al encuentro con Newell’s y eran la vuelta de Aveldaño a la zaga central por el lesionado Cáceres (6 meses de baja por rotura de ligamentos) y Caba