Lugüeeeercio Lugüeeeercio

Fue un Lunes muy raro para Racing, no sólo por el día y la hora del partido sino también porque no se sabía como iba a salir el partido. Enfrentarse al Campeón de América te puede asegurar una goleada en contra o dependiendo del día un aburrido 0-0 (este pensé que iba a ser el resultado). La Academia estrenaba un 3-4-3 que fue trabajado toda la semana y que no fue una sorpresa debido a que ya conocemos que es el sistema preferido por Vivas. La formación titular se sabía desde la semana pasada: De Olivera; Mercado, Aveldaño y Cahais; Lluy, Wagner, Yacob y Lucero; Lugüercio, Caballero y Castromán. Sin embargo, un cambio de última hora hizo aparecer a Sánchez Sotelo en el lugar de Caballero.

A priori, la línea de tres generaba mucho nerviosismo entre los hinchas, sin embargo, el buen trabajo de los defensores dejó muy conformes tanto al técnico como a la gente. El equipo salió a presionar en campo rival y a generar errores en la línea de fondo defensiva de Estudiantes y así fue como llegó el gol de Racing, Pablo Lugüercio captó un rebote en el borde del área y con un letal derechazo sorprendió a todo el Cilindro a los 4' del PT. La gente no sabía si gritarlo o no porque el Payaso ni se inmutó al convertir. A pesar de que no lo gritó, yo sé que en su interior fue un alivio que en otro partido festejaría con todas las ganas.

El partido se desarrolló como los de Caruso, Racing convierte y a aguantar. La diferencia radicó en que se defendió más lejos del arco de Jorge De Olivera y que se tuvo un poco más la pelota. Los problemas ya conocidos de peso ofensivo del equipo de Vivas fueron una vez más parte del partido y son la gran deuda de este equipo. De Olivera demostró que puede ser el arquero de Racing y la línea de fondo se asentó y tuvo su mejor partido del torneo.

Lamentablemente no pude ver el partido completo porque estaba dando la presentación final de una materia, por lo que lo veía a ratos por Internet y a ratos por radio, es por eso que el Uno a Uno se lo voy a pedir prestado a Identidad Racinguista:


J. De Olivera (6): No tuvo demasiada participación en el desarrollo del partido, pero intervino positivamente en la última jugada que le tapó el empate a Salgueiro.

G. Mercado (7): Estuvo fuerte en la marca y casi no perdió en el uno contra uno. Ajustado en los cierres y con temperamento para aguantar los embates del rival.

L. Aveldaño (7): Jugó su mejor partido en el campeonato, firme de arriba y sobrio en la marca. Se asentó bien a la posición de líbero.

M. Cahais (6): Fue quien menos intervino en la zona defensiva, debido a que Estudiantes no atacó por su sector. En las que le tocó participar lo hizo sin inconvenientes.

B. Lluy (5): De lo más flojo en el conjunto albiceleste. No tuvo agresividad cuando pasó al ataque y le costó ser una opción viable en la banda derecha. Corrió, pero no pesó en el desarrollo del partido.

C. Yacob (6): Le hizo muy bien tener a Wagner como compañero. En el primer tiempo peleó, pero no manejó los tiempos. En el complemento se asentó aún más y fue muy importante para mantener el resultado favorable.

M. Wagner (7,5): Demostró que no puede estar afuera del equipo. Una goma de auxilio para todos sus compañeros. Recuperó e intentó jugar con criterio, el mejor de la cancha.

A. Lucero (6): En el primer tiempo no entró prácticamente en juego, pero en la segunda mitad aportó aire en la banda izquierda. Le falta decisión es su principal contra.

L. Castromán (6): Muy solidario para conseguir el objetivo de presionar y presionar. En ataque aportó poco, sólo un buen remate desde afuera que pasó muy cerca del ángulo izquierdo de Albil.

P. Lugüercio (6,5): Hizo un golazo de otro partido, cuando recién comenzaba la historia. Luego intercambió más malas que buenas. Pudo haber marcado con otro remate que tapó el arquero visitante. No aguantó el balón como lo necesita el equipo.

J. Sánchez Sotelo (5): Entró poco en juego. Marcó más de lo que atacó y eso que jugó como delantero. Le pesó la inactividad en primera.

S. Grazzini (4,5): Entró para tener la pelota y trastabilló más de lo normal.

R. Ramírez (3): No se dio cuenta que los compañeros estaba peleando en todos los sectores de la cancha para poder mantener el resultado.


Antes del partido todos firmábamos el empate, sin embargo, como ya todos sabemos, Racing es capaz de perder de local con un equipo tucumano y al torneo siguiente golear a Atl. Tucumán (ambos rivales directos en las respectivas temporadas). Es por eso que siempre dejamos un lugarcito para la esperanza y de vez en cuanto la Academia cumple.

Un par de palabras para el arbitraje el cual al fin impartió justicia correctamente anulándole el gol a Boselli y que en cualquier otro partido hubiera sido el empate, ojala que esto siga así.

Por último, una vez más creció mi admiración por el Payaso, creo que hay pocos jugadores del fútbol local que puedan ser ovacionados por ambas hinchadas y eso no se lo regaló nadie, se lo ganó él. Puede tener partidos buenos y malos como todo el mundo, pero Lugüercio siempre está y por eso titulé mi entrada así. Por más que se lo critique el Payaso es quizás uno de los tres jugadores de peso que tiene este Racing (desde mi punto de vista Castromán y Yacob son los otros dos) y siempre tiene que estar, sólo espero que se le abra el arco un poco y que siga rindiendo como lo supo hacer cuando se ganó la ovación de los hinchas de Racing.


Ciao a tutti,

Gabriel Arias Massa

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