Una Vergüenza

Con el dolor de mi alma me toca escribir esta vez, y una vez más, después de una nueva derrota de Racing. Pero no de esas derrotas en las cuales se dice, bueno, jugaron mejor, tuvieron un poco de suerte y nos ganaron. No, el lunes se perdió porque Racing hizo todo para perder, desde el arquero hasta el 9. Esta vez no se salvó ninguno y los que sufrimos, como siempre, somos nosotros. Porque si Racing baja, ellos se van a otro club y nosotros nos vamos a quedar destrozados y con una mancha más en la historia de la Academia.

Como la semana pasada, jugar contra un equipo campeón es un enigma, o sea, uno sabe que son mejores, que tienen más capacidades y que más encima jugaban de local, pero siempre tenemos la esperanza de que podemos hacer un papel decente, ya no pido un buen papel, solo uno decente. Pero estos jugadores no tienen ni decencia, ni amor propio y mucho menos vergüenza deportiva.

El partido tuvo un desarrollo raro, ya que tras dos llegadas le Vélez y ninguna de Racing llega el primero del visitante gracias a un gol en contra de Gastón Díaz a los 25' del PT. Racing no había pateado al arco y estaba un gol arriba. Después fue todo del local, desde las subidas de Papa, el fútbol de Moralez y el peso ofensivo de Caruso ayudados por todos los jugadores de Racing, empató a los 30' del PT (Caruso) y a los 36' se puso en ventaja con un gol de Cabrera (¡Cómo lo gritó! Que Desagradecido).

En el entretiempo Vivas movió el banco y puso al pibe Fariña en lugar de Rosano y a los 12' Grazzini por Wagner, pero claro, Racing ya estaba 3-1 abajo (Lopez a los 10' del ST) y ya era tarde para empezar a jugar al fútbol. La única luz de esperanza se dió cuando los únicos dos que saben se juntaron, tiraron paredes y se pudo ver algo de reacción. Sin embrago, a los 28' Cabral ponía el 4-1 y liquidaba el partid. Sólo quedó tiempo para un golazo de Grazzini que de muy poco sirvió.


De Olivera (1): Responsabilidad en los cuatro goles, su peor partido desde que está en Racing.
Mercado (3): Mediocre, alternó buenas y malas, lo desbordaron mucho.
Aveldaño (2): La verdad, no sé que le pasa, me parece que extraña las puteadas de Migliore y que él ordene la defensa.
Cahais (3): Otro mediocre, no entiendo cómo pelota que pasa por sus pies termina en pelotazo.
Lluy (4): Mal en la marca, un poco mejor en la salida pero no termina una bien, tiene mucho que mejorar.
Yacob (5): El más decente del mediocampo, pero lo que hizo en el cuarto gol es inaceptable, si se pierde la pelota hay que bajar a recuperarla, no quedarse parado ahí.
Wagner (4): Contagiado por la mediocridad del equipo jugó sólo un tiempo.
Lucero (1): Me da vergüenza que siga jugando.
Rosano (3): Nunca se supo para qué jugó.
Ramírez (1): Me da asco que sea el 9 de Racing.
Lugüercio (3): Muy poco
Fariña (5): Bien, ojalá empiece a tener más minutos.
Grazzini (5): Otro que tiene que jugar si o si.
Falcón (-): Muy poco tiempo en cancha. Entro para que no nos hagan 6.


Yo ya no sé que se puede hacer, en Diciembre pueden llegar 4 refuerzos, pero siguen jugando 7 de este equipo. La dirigencia hace casi todo mal, el inexperto técnico se ve sobrepasado por las circunstancias y no tiene el material necesario para trabajar, los jugadores son malos, y lo que es peor, no están comprometidos, se puede aceptar que no jueguen bien pero es inaceptable que no pongan la pierna, que no protesten, que no se puteen entre ellos (en el buen sentido), que no tengan vergüenza, que se encuentren faltos de físico y lo peor que no sientan esta camiseta. Yo me cansé de insultar a Sosa y Shaffer, me cansé de decir que no estaban al nivel de la Academia, sin embargo, debo reconocer que su falta de talento la maquillaban con temperamento, compromiso y muchos huevos. Tenían lo que le falta a este equipo, ese compromiso con sacar a Racing del fondo. Sólo espero que los que no quieran estar tengan la decencia de no prolongar sus contraton en Diciembre y dejen a los que sí quieren estar. Hay pibes que se mueren por jugar y debutar en Primera, prefiero que jueguen ellos antes que unos "profesionales" que no están a la altura de un equipo de Primera.


Ciao a tutti,

Gabriel Arias Massa

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