Directo al Corazón
Dos minutos separaron al Atlético de Madrid de la primera
Champions League de su historia. El 24 de Junio de 2014, Lisboa se había
vestido de gala para una novela que comenzó el martes 27 de Diciembre de 2011
cuando Diego Pablo Simeone fue presentado en el Vicente Calderón.
El conjunto “colchonero” venía de ser eliminado de la Copa
del Rey y se encontraba a 4 puntos de la zona de descenso en la Liga Española,
algo increíble para un equipo catalogado como el tercer grande de dicho país. A
pesar de que aún tenía vida en la Europa League, el plantel estaba desmotivado
y con la presión de sacar adelante una situación complicada.
La llegada del “Cholo” llenó de ilusión a los hinchas del “Atleti”,
campeón, capitán e ídolo como jugador y con una trayectoria ya probada como DT,
se hizo cargo del equipo y se centró en empezar a recuperar a sus jugadores,
los cuales rápidamente captaron el mensaje y se subieron al tren del trabajo,
el sacrificio y el “dejar todo” en cada partido.
Los resultados no se hicieron esperar, mientras sumaba en la
Liga para escaparle al descenso, empezó a ganar y ganar en la Europa League, de
la cual sale campeón el 9 de Mayo de 2012 tras ganarle al Athletic de Bilbao de
Marcelo Bielsa en Bucarest, apenas cuatro meses y medio después de asumir.
El gran dato es que 10 de esos 11 jugadores que salieron
campeones en mayo de 2012, estuvieron en la histórica Champions dos años
después. Incluso, algunos dirán que el equipo que gana la Liga y es subcampeón
de Europa es menos que aquél de los inicios de la gestión Simeone, ya que no
contó con Radamel Falcao, suplantado por Diego Costa (a préstamo en el Rayo
Vallecano) y por David Villa (proveniente del Barcelona).
Sobre los números se puede hablar mucho: 98 victorias en 150
partidos, o también los títulos (cuatro en poco más de dos años), pero quizás
el gran mérito de Simeone es haber abierto una Liga para dos (realidad
innegable a partir del dato de que Barcelona y Real Madrid cobran cerca de los
150 millones de euros por TV y el Atlético poco más de 40, aunque en total se
calcula que la diferencia de presupuesto supera los 400 millones de euros), y
darle protagonismo internacional a un club que nunca pensó en alcanzar en tan
poco tiempo a las grandes potencias europeas.
De la mano del Mono Burgos (ayudante y también ex jugador
del Atlético) y del “Profe” Ortega (clave en un equipo que mostró una
preparación física envidiable), Simeone le imprimió al equipo una impronta que
se metió directo en los corazones de los hinchas. Sus palabras en los festejos
por el campeonato español lo grafican muy bien: “Esto no es solamente una Liga,
es mucho más importante lo que transmite este triunfo: si se cree, y se
trabaja, se puede”.
Bajo esa filosofía de juego (y de vida) se identificó toda
la gente “colchonera”, pero más importarte que eso, los jugadores. “El Cholo es
la clave, la garra, el reflejo en el que nos miramos todos cada vez que salimos
al campo” dice David Villa, acostumbrado a ganar todo con el Barcelona.
¿Será la mentalidad ganadora? ¿Será el predicar con el
ejemplo? O quizás será una frase que quedó impresa en la mente de todo el “Atleti”
y que decía: “Mientras otros duermen, nosotros soñamos”.
Lo cierto, es que el Atlético de Madrid de Diego Simeone
revolucionó impensadamente a Europa, todos pusieron los ojos sobre él y también
sobre sus jugadores. Los hinchas, agradecidos, no se cansan de aplaudirlo y
corear su nombre. Mientras todos empiezan a pensar en el Mundial, el “Cholo” ya
empieza a planear la temporada que vendrá: “Seguiremos molestando”.
Gabriel Arias Massa, periodista.
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